John Ackerman

La Cuarta Transformación no puede ser de un solo hombre: Ackerman en la Feria del Libro

XXII Feria Internacional del Libro, 15 de octubre de 2022

Este sábado tuve el honor de participar en dos mesas de la XXII Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, con foros abarrotados de gente consciente y combativa.

El hilo de mi reflexión en ambos espacios fue guiado por la necesidad de aprovechar la oportunidad que ofrece la Cuarta Transformación para hacer de México una república popular y democrática, causa por la cual hemos luchado durante décadas desde el Obradorismo.

Se trata de una responsabilidad histórica que debemos tomar YA en nuestras manos.

Porque si algo nos ha enseñado la historia reciente de América Latina es que no se puede confiar el destino de un país a un sólo hombre. Nadie sino el pueblo puede dar continuidad al proyecto de nación de López Obrador.

Tal es la conclusión de mi último libro, América Latina contra el neoliberalismo, mismo que presentamos junto al aguerrido historiador Pedro Salmerón y que recoge entrevistas a algunos de los principales líderes del progresismo, como Rafael Correa, Evo Morales, Álvaro García Linera, Pepe Mújica y Alberto Fernández, entre otros.

Pero para ello necesitamos que Morena regrese a su esencia como movimiento y detener cuanto antes su ominosa privatización en manos de un puñado de oportunistas que nunca han sido más que neoliberales encubiertos, y que hoy amenazan con traicionar nuestros principios rectores de no mentir, no robar y no traicionar.

Así pasó en Ecuador, con la traición de Lenin Moreno a Rafael Correa y a Alianza País, ¡que se consumó en solo dos días!

¿…Quién será nuestro Lenin Moreno mexicano?

Por último, hice un llamado a que aprovechemos estos últimos dos años del sexenio para sacudir conciencias y construir un partido-movimiento robusto y anclado en la sociedad antes de que sea tarde. De no hacerlo lo lamentaremos terriblemente durante generaciones. Y así lo hará también toda la Patria Grande.

Les comparto aquí mis dos participaciones en la FIL, esperando puedan verlas y dejarme sus siempre atinadas reflexiones y opiniones.

John M. Ackerman

Director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

Comentarios

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  • Antes el inconsciente colectivo del pueblo se recogía y se atesoraba; es más, se inmortalizada y se atesoraba con sumo respeto al escribirlo en piedra, en monolitos y estelas, incluso en códices, que nos han ido robando a través de fosos de saqueo para que perdamos la Memoria Histórica y nuestro imaginario, para que ya no podamos debatir con nuestras tradiciones culturales que formaron nuestra patria.
    Hoy la palabra del pueblo llano ya no cuenta; el itamita Delgado y su séquito de autócratas solo le ponen atención a los dichos neoliberales thatcherianos de la 3a vía de Liz Truss, y los siguen tomando como la Palabra de Dios; enunciados establecidos de modo dogmático hasta convertirlos en mandatos jurídicos llenos de sanciones paralizantes y judializantes. Para ellos todo lo demás es anatema: vomitan los acuerdos argumentativamente decididos y que incorporan intereses susceptibles de universalización, es decir de Justicia como Imparcialidad…

  • No dudo de su capacidad profesional, pero si dudo de su interés por MORENA, realmente quiere ayudar? pues con esos compañeros en su presentación, dudo más. Se da cuenta de la división que genera dentro del movimiento? no será que realmente lo que busca es precisamente eso, debilitar?

  • TODOS los mexicanos tenemos la obligación de participar activamente en la transformación de México !!!; no podemos dejarle todo a AMLO !!!.

  • Ya es hora de que el pueblo tenga VOZ y VOTO. No basta con el voto mapacheado en las urnas. Dante/la Citlalli/ la Luján/ la Chávez están llenando el partido de Morena de Lillys Téllez por todos lados, no quieren reconocer la voluntad general del pueblo, la voz populi de la raza; tampoco que una discusión descansa en ciertos principios, pues no prestan igual atención a las pretensiones de todo el mundo, por el principio de trato justo. No reconocen que cualquier ciudadano como ser racional pueda participar y contribuir en el debate público, en un espacio de interlocutores iguales donde no haya represión ni desigualdad, injerencias externas, sino crédito recíproco entre proponentes y oponentes, por el principio de libertad de opinión, donde una norma o forma común de acción sea igualmente buena para cada uno de los afectados y no solo para unos cuantos ventajosos, además de públicamente defendible. No aceptan la justicia social como Imparcialidad.