John Ackerman

Hacia un nuevo pensamiento crítico

La Jornada, 10 de febrero, 2020

Por: John M. Ackerman (@JohnMAckerman)

 

 

El vuelco político-electoral mexicano de 2018 rompió de tajo con la narrativa pesimista que había empezado a recorrer América Latina. Las victorias electorales de Mauricio Macri en Argentina, Jair Bolsonaro en Brasil y Sebastián Piñera en Chile, así como la traición de Lenin Moreno en Ecuador, parecían demostrar que el ciclo progresista había llegado a su fin y que los pueblos latinoamericanos tendríamos que resignarnos a un retorno al autoritarismo neoliberal.

Pero el triunfo de Andrés Manuel López Obrador inyectó nuevos aires y esperanzas al continente. Justo cuando muchos habían dado por perdido a México para la lucha progresista, nos convertimos en un faro de esperanza. Demostramos que sí era posible derrotar al monstruo del fraude electoral y la intolerancia neoliberal, aun con todo el poder del Estado, la oligarquía, los medios de comunicación, los centros de poder imperial y el capital financiero en contra.

Ahora nuestro país se ha transformado en un centro privilegiado para la articulación de un nuevo pensamiento crítico y la construcción de una renovada práctica política de izquierda. En este contexto, el pasado 7 y 8 de febrero tuvo lugar en la Torre de Tlatelolco de la UNAM un importante encuentro donde se dieron cita grandes pensadores de Chile, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Ecuador, Cuba, Alemania y Portugal. En el evento organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (www.dialogosdemocraciaunam.mx) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) (www.clacso.org), conversamos sobre los retos y las posibilidades de rescatar al ideal democrático después de décadas de vaciamiento de este concepto por gobiernos neoliberales y en el contexto actual de nuevos movimientos políticos neofascistas.

Con el acompañamiento especial tanto del gran sociólogo, jurista y filósofo Boaventura de Sousa Santos como del formidable intelectual latinoamericano y primer Vicepresidente de Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, nos dimos a la tarea de desentrañar el proceso histórico por medio del cual se han ido metiendo cuñas artificiales entre conceptos y prácticas que tendrían que estar juntos, como reforma y revolución, igualdad y libertad, democracia y transformación social, institucionalidad y cambio, acción política y participación social.

El gran reto de nuestros tiempos es sanear las heridas impuestas al continente por la Guerra Fría para poder tejer una nueva narrativa que recupera la unidad de las diferentes formas de lucha política y social. Tenemos que escapar de la camisa de fuerza del neoliberalismo capitalista realmente existente que ha frenado con sangre y fuego los constantes esfuerzos por romper el molde de la democracia «liberal» excluyente. Los frecuentes golpes de Estado en la región (Guatemala 1954, Brasil 1964, Chile 1973, Argentina 1976, Honduras 2009, Bolivia 2019, entre muchos otros) tienen en común precisamente un esfuerzo secular por frenar el «desbordamiento» de los procesos democráticos hacia la plena justicia social.

Una buena noticia es que la autodestrucción de la democracia Estadounidense, simbolizada por la exculpación de Donald Trump por el Senado y la trituración del informe del magnate neoyorquino por la Presidenta de la Cámara de Diputados, Nancy Pelosi, nos presenta con una oportunidad de oro para deshacernos de los mitos de la supuesta superioridad de aquel sistema político.

Hoy queda más claro que nunca a la población en general que Washington no es ningún ejemplo a seguir y que debemos construir nuestros propios modelos de participación y de institucionalidad democrática desde y para el sur. Se abre una ventana histórica para descolonizar nuestro pensamiento e innovar nuestras prácticas políticas.

El muro que hoy construye Trump en la frontera sur con México es el equivalente histórico al muro que se derrumbó en Berlin en 1991. Así como se colapsó el bloque soviético hace casi treinta años, hoy se cae en añicos el sistema neoliberal. Ello deja un enorme campo libre para la acción experimental y el pensamiento creativo.

La Cuarta Transformación se enmarca en este contexto global e histórico. Y el gobierno de López Obrador es un claro ejemplo de la experimentación creativa que es posible en el nuevo mundo que va surgiendo de las ruinas del viejo sistema.

En México tenemos un gobierno que recupera la rectoría del Estado, privilegia los pobres, cuestiona frontalmente la narrativa de los medios corporativos, arranca de raíz la corrupción estructural y los conflictos de intereses, y exhibe el uso faccioso de las leyes, pero simultáneamente permite el libre desarrollo de la industria privada y la prensa, defiende la institucionalidad democrática y se niega a caer en el revanchismo con una cacería de brujas.

Sigamos aprendiendo, dialogando, participando y proponiendo para juntos generar el nuevo pensamiento crítico y acción progresista del Siglo XXI.

John M. Ackerman

Director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

Comentarios

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  • Todo esto está bien, pero desgraciadamente aún no tenemos bases para que continúe la 4T dentro de 5 años, ya que en el partido de Morena se están destrozando entre ellos y eso le da pié al neoliberalismo a regresar. Y más agresivo. No hay una formación política con el pueblo, está consciente de la nueva realidad. Y la derecha seguirá golpeando a López Obrador y el partido no hace nada.

  • Excelente artículo mi querido John. Nada que agregar. Sólo recordar que los libre pensadores mexicanos no debemos ni podemos bajar la guardia para defender la 4T, porque la ultraderecha está herida de muerte pero no cesa en sus campañas de desinformación y sus infundadas críticas a los programas de gobierno de AMLO. Y como ejemplo tenemos al diario Reforma que se ha erigido en el principal vocero de la oligarquía prianista.

  • Creo que falta reflexionar sobre los estados dominados por la gran hiedra neoliberal que es el narcotráfico que amenaza esa nueva construcción democrática.

  • Este es un momento crucial en la historia de nuestro país, y, lo que suceda aquí, durante el gobierno de la 4-T tendrá un impacto indirecto en el resto del continente e incluso a nivel internacional, de ahí la importancia de no dar ni un paso atrás en los avances logrados hasta ahora y para ello es fundamental la educación política de la población o concientización de clase, su organización y movilización; y para lograrlo es imprescindible contar con un partido fuerte dotado de cuadros políticos bien informados, críticos y con mucha iniciativa.