John Ackerman

Por un Morena al servicio del pueblo

La Jornada, 1 de Noviembre de 2021

Por: John M. Ackerman (@JohnMAckerman)

 

 

Crece y se consolida un silencioso pero potente movimiento dentro del partido gobernante a favor del rescate del principal instrumento político de la Cuarta Transformación de las manos de los oportunistas que quisieran convertirlo en un nuevo PRI. Cuesta trabajo romper con la vieja cultura política de los pactos y los acuerdos en lo oscurito, del centralismo y de la simulación, del caudillismo y de la obediencia ciega a la “línea”, real o imaginaria, de los “jefes máximos”. Pero cada vez más militantes y líderes de Morena van abriendo los ojos con respecto a la urgente necesidad de actuar antes de que sea demasiado tarde.

Si se pretende que la Cuarta Transformación sea un fenómeno transexenal que perdure más allá de las elecciones presidenciales de 2024, es necesario que Morena se consolide como un partido fuerte, plural, participativo y firmemente arraigado en las bases. De lo contrario, si se convierte en un simple aparato electorero al servicio de pequeñas sectas interesadas en llegar a puestos públicos, el actual proceso de profunda transformación política llegará a un abrupto fin el 1° de octubre de 2024, fecha en la cual le toca a Andrés Manuel López Obrador entregar la banda presidencial a su sucesor.

Morena nació como un movimiento libre y democrático que enarbola y defiende una nueva cultura política. Cuando fungía como Presidente del partido, López Obrador siempre respetaba los estatutos y sometía las decisiones claves a los cuerpos colegiados. Nunca rehuía al debate y jamás censuraba o buscaba manipular las reuniones del partido.

Pero la actual dirigencia camina en sentido contrario. En la sesión del Consejo Nacional celebrada este sábado 30 de octubre, tanto Mario Delgado como Bertha Luján, Presidenta del Consejo Nacional, recurrieron a reprobables prácticas propias del viejo régimen.

En primer lugar, Luján incumplió su promesa pública realizada en la sesión del Consejo Nacional del 3 de octubre de emitir de inmediato la convocatoria para una nueva sesión, ello con el fin de darle tiempo a Delgado para que “operara” con los consejeros nacionales. Segundo, cuando Luján finalmente emitió la convocatoria, el pasado 15 de octubre, incumplió de nuevo con su palabra al no incorporar una sola de las excelentes propuestas realizadas por los consejeros nacionales a favor de la institucionalidad y la democratización del partido.

Tercero, en franca violación al estatuto de Morena, a Luján se le olvidó circular previamente a los consejeros nacionales el texto de los “Lineamientos de afiliación” que tendrían que votar en la sesión del 30 de octubre. Cuarto, durante los dos días previos a la celebración del Consejo Nacional, la Secretaría Técnica del CEN de Morena organizó reuniones en lo oscurito en un hotel de la Ciudad de México entre la dirigencia del partido y algunos consejeros nacionales con el fin de incentivar su voto a favor de la estructura paralela de Delgado.

Quinto, al inicio de la sesión del 30 de octubre, la Presidenta del Consejo Nacional incluyó ilegalmente un punto adicional al orden del día con respecto a la autorización o no de la transmisión pública de la sesión vía redes sociales. Sexto, cuando dos valientes consejeros nacionales, Eleonaí Contreras y Edgar Estrada, insistieron en ejercer su derecho a la libertad de expresión y de divulgación, fueron expulsados de manera arbitraria e ilegal de la sesión virtual, generando una grave afectación a su derecho a formar parte del cuerpo colegiado para el cual fueron electos.

Séptimo, durante el desarrollo de la sesión hubo un abuso en el uso de la palabra de parte de Delgado, quien ni siquiera forma parte del Consejo Nacional, así como un evidente esfuerzo por marginar las voces prodemocracia. No hubo transparencia con respecto al listado de oradores, se cortaron artificialmente la extensión de los debates y, al final de la reunión, Luján incluso llegó al extremo de denunciar las “actitudes destructivas” de quienes insistían en defender la institucionalidad y la democracia interna del partido.

Afortunadamente, a pesar de estos lamentables esfuerzos por manipular la asamblea, fracasó el intento de enterrar los estatutos de Morena. Los nuevos “lineamientos de afiliación”, propuestos por Delgado para validar su estructura paralela, solamente alcanzaron el respaldo de 70 de los 280 consejeros nacionales vigentes, apenas 25 por ciento de la votación, una cantidad insuficiente para contar con validez legal. El proceso de afiliación seguirá entonces bajo el mando de la Secretaría de Organización, tal y como lo indica el Estatuto.

Este resultado demuestra que la militancia de Morena es cada vez menos tolerante frente a la reproducción de las prácticas políticas del pasado y exige ser tomada en cuenta.  La dirigencia debe escuchar a las bases y rectificar de inmediato. Mientras tanto, se abren muchas aristas esperanzadoras para seguir construyendo una fuerza social mayoritaria a favor de un Morena comprometido con una verdadera transformación del país.

www.johnackerman.mx

John M. Ackerman

Director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

Comentarios

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  • El itamitas Delgado quiere negar al pueblo llano y expoliado de México los principios de la justicia de Igual Participación y de Igual Ciudadanía. Que los ciudadanos de a pie no tomemos parte en los asuntos políticos de Morena, que abdiquemos a favor de los nuevos cuadros de militantes que Delgado acarreará quien sabe de donde (no al sufragio universal).
    Delgado se opone a una libertad política igual para todos; propone libertades políticas desiguales. La libertad es desigual cuando una clase de personas con un supuesto «juicio superior» (los itamitas) tiene mayor libertad en detrimento de la libertad de los demás que considera ignorantes e incapaces de formar así iaciones políticas, hasta se les expulsa del partido, cuando la libertad de unos pocos ha de ser compatible con la libertad de todos los demás, y donde todos moderna sus demandas mediante lo que todos consideran justo (justicia como imparcialidad). Recuérdese la máxima medieval de que lo que a todo toca, concierne a todos, y que la Constitución del 17 se originó de un pacto consensuado y sin Doctores en Derecho con toga y birrete… Los ciudadanos han de tener un acceso igual al poder político, incluyendo a los fundadores que desde el inicio apoyaron a Andrés Manuel, y respetando sus derechos y estatutos; que no se revierta el orden legal del partido ni se imponga la desigualdad del Derecho: sí a las convocatorias.

  • Estimado John Ackerman: Recuerdo el relato del sapo, que no tomo en cuenta los concejos para no meterse al agua tibia, poco a poco se calentó y quedó hervido el sapo.
    A Mario Delgado lo domina la emoción, y los excesos de todo tipo. Está seguro que los demás son incongruentes y les falta cultura política. No creo que cambie su manera de ver las fallas.
    Claudio X González es igual, son personalidades “narcisistas”, malvados, sobrados. En ellos no existen la igualdad, son crueles, no les importa el daño que hacen a los demás.
    Claudio X González podría comprarlos sin problema, también ganarles la carrera.
    Sin ninguna duda les meterá el dedo en la boca. Mario se meterá al agua tibia como el sapo.
    Yo soy 132, movimiento de 68, pro AMLO.

  • John es bueno que des a conocer estas terribles prácticas de las que ya estamos hartos, al interior de Partido MORENA. Ya teníamos antecedentes de este oportunista traidor de Mario Delgado, pues en Guadalajara por el se perdió la presidencia Municipal.
    Estás basuras deben ser barridas.

  • Difiero de Ud., caballero. Había hasta hace poco tiempo, un ruido ensordecedor con groserías y maldiciones. Aunque grosero, había mucho ruido, pues. Hoy, ya no los oigo y eso es señal de debilitamiento. Si hay un movimiento «silencioso pero potente», yo quiero saber dónde.

  • Hola John! antes de entrar de lleno en el comentario sobre tu artículo de hoy, te comento que casualmente la semana pasada en el canal 14 de TV, vi un programa de Sabina Berman que tuvo como invitado a Julio Hernández López y en un símil sobre algo que le comentó Julio con respecto a Morena, Sabina dijo que más o menos como te había pasado a ti, que no aceptas de muy buena gana la crítica o más bien dijo Sabina que si alguien tiene un punto de vista o una opinión diferente a la tuya, te sulfuras y los acusas de «colaboracionistas» o enemigos de la 4T. Y ya había antes escuchado algo similar de otras personas, que mencionan que te subiste al ladrillo y te mareaste, además de que hablando de Morena, te acusan también de ingerenciasta y parcial en el proceso de selección del candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero en el cual participó tu cuñado. Digo, poniendo los puntos sobre las íes; pues si estos dimes y diretes fueren ciertos, pues entonces sería bueno que te autoanalices y rectifiques lo que haya que rectificarse, porque como dicen los gringos: «Two wrongs don’t make one right».

    Y con respecto a lo que está sucediendo al interior de Morena y que tú reseñas en este artículo, te vuelvo a comentar -como ya lo había hecho antes- que Morena hoy es la cloaca que ha recibido lo peor del PRI, del PAN y de los otros partidos «satélites» del sistema político mexicano. Y el papel que ha hecho Mario Delgado al frente de Morena ha sido desastrozo. Si como dicen los que saben, Mario Delgado es uno de los alfiles de Marcelo Ebrard, pues menuda labor de zapa le está haciendo, porque ha dividido al partido y al más viejo estilo priísta, ha impuesto candidatos impopulares y hasta contrarios a la 4T y ahora de la mano de Bertha Luján y sus malos oficios, están llevando al Morena al despeñadero. Y si no hubiera sido por el enorme arrastre y popularidad de AMLO, muchos de los candidatos de Morena que participaron en la pasada elección hubieran perdido. Concluyendo Mario Delgado y Bertha Luján deben ser echados de la dirigencia de Morena por ineptos y retardatarios y sus huestes tambíen deben ser echados de los puestos clave en Morena. Si no se hace lo anterior, en las elecciones del 24, que el Señor nos agarre confesados.