John M. Ackerman
Fue un privilegio intercambiar puntos de vista con Lorenzo Meyer sobre el presente y el futuro de Morena en el programa de José Buendía.
Coincidimos en que estamos pasando hoy por un momento histórico cuyo desenlace definirá el futuro de la Cuarta Transformación.
Discrepamos sobre las posibilidades de democratizar a Morena:
Yo optimista y dispuesto a dar la batalla.
Él más pesimista con respecto a las perspectivas de romper con “La ley de hierro de la oligarquía de los partidos” sobre el cual escribía Robert Michels.
¿Cómo asegurar que Morena sea un partido realmente DIFERENTE a los demás?
Les invito a ver nuestro intercambio, que incluye también la destacada participación de Pablo Rojas, y a dejarme sus comentarios para seguir con este debate plural de las ideas.
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No se ha respetado el Derecho Internacional y la Carta de la ONU; tampoco la oposición respetó nuestra Carta Magna con sus parches neoliberales. A los estatutos de Morena les ocurre lo mismo…
Preguntémonos si acaso también es democrático no debatir con nuestro pasado histórico, ni con nuestras tradiciones culturales y con el pensamiento latinoamericano?, cuando la cultura es un factor estratégico de construcción de ciudadanía con esta revolución de las conciencias.
Tal vez sea necesario recordarles a los jóvenes, a la generación @ (arroba) de la cibercultura en la era digital (espejismo cibernético), que el primer acto de gobierno de Vicente Fox como presidente fue descolgar y desaparecer el retrato de Benito Juárez, su biografía, tanto en su despacho como en otras dependencias gubernamentales, para sustituirlo con su gabinetazo de «cerebros», de gerentes y de tecnócratas…
Creo que en tiempos de zozobra e incertidumbre ante el futuro de Morena que está en manos de esa camarilla itamita/sionista (Delgado/Citlalli/Luján) y tras el arrasamiento neoliberal que sufrimos los mexicanos en carne propia por décadas, el mejor modo de respetar a los muertos que nos dieron patria es ayudándoles a hablar con los vivos. No podemos adoptar el pensamiento único del Occidente colectivo neo-nazzi, pues ya está llegando la hora de revisar también los pilares en que se asientan las sociedades industriales que hacen aguas por múltiples agujeros, con su idiología del crecimiento ilimitado del PIB a costa de pueblos enteros colonizados como el nuestro y de la Madre Tierra Gaia, cosa incompatible con la supervivencia de todas las especies incluyendo la nuestra; nos imponen normas ilegítimas e ilegales (bloqueos, sanciones unilaterales, etc.) que solo les convienen a ellos para que vivan en bienestar perpetuo.
La identidad nacional se construye en interacción y es lo que nos distingue de los otros.