John Ackerman

Censurando al Presidente

La Jornada, 14 de septiembre de 2020.

Por: John M. Ackerman (@JohnMAckerman)

 

 

Una vez más los opositores han pegado el grito al cielo por las declaraciones críticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador con respecto a las mentiras divulgadas por la prensa nacional.  Gritan “censura” frente a la réplica del Presidente sobre una noticia falsa y se escandalizan por la calificación de “pasquín inmundo” a un periódico que sistemáticamente altera la realidad con el fin de golpear a la Cuarta Transformación.

Mientras, las autoridades electorales insisten una y otra vez que las conferencias de prensa matutinas del Presidente constituyen “propaganda gubernamental” y que su transmisión íntegra debe ser suspendida durante los procesos electorales. Tanto la Comisión de Quejas del INE, encabezada por el Consejero Ciro Murayama, como la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral, con su sentencia SER-PSC-70/2019, constantemente amenazan con silenciar a las “mañaneras”.

Los conservadores simplemente no soportan escuchar todos los días la voz de López Obrador.  Quieren silenciarla, apagarla y censurarla tal y como lo hacían durante la larga noche neoliberal. Es simplemente inaceptable para ellos que la voz crítica y rebelde del tabasqueño ahora cuenta con la tribuna de Palacio Nacional.

Los conservadores añoran los viejos tiempos en que cada palabra del Presidente estaba previamente planeada y redactada, en que la hipocresía y la simulación caracterizaban los discursos oficiales y en que los medios privados controlaban la narrativa pública e imponían las coordenadas del debate ciudadano.

En su ensayo clásico de 1958 sobre “Dos conceptos de libertad” el filósofo Isaías Berlin estableció una distinción entre la libertad “negativa”, que implica la ausencia de controles externos de parte del gobierno u otros poderes, y la libertad “positiva”, que implica contar con las condiciones necesarias para desarrollar de manera plena la personalidad, las ideas y los proyectos profesionales o de vida.

La prensa conservadora de hoy confunde estas dos caras de la libertad.  Acusan sin razón a López Obrador de afectar sus libertades “negativas” cuando en realidad el problema es que ellos no saben ejercer sus nuevas libertades “positivas”.  Acostumbrados durante décadas a seguir indicaciones superiores y a ver al Presidente de la República como su jefe, hoy se quedan atónitos y confundidos frente a su propia libertad y se desesperan frente al vacío de sus propias ideas.

En una grotesca perversión del lenguaje y de la historia, los opositores incluso llegan al extremo de llamar “censura” a la libertad de expresión de los obradoristas y “propaganda” a la divulgación de discursos antineoliberales. Han acusado, a un servidor, de ambas desviaciones de la manera más absurda.

El gobierno actual no ha incurrido en un solo acto de censura en contra de medio o periodista alguno. Quedaron en el pasado tanto las llamadas constantes de Palacio Nacional a los dueños y los directores de los medios de comunicación como los chantajes con respecto a las concesiones públicas.

Pero en lugar de abrazar este momento histórico como una gran oportunidad para construir nuevos senderos para el pensamiento crítico y el periodismo riguroso, la prensa conservadora se esconde en la nostalgia y le echa la culpa a López Obrador por su propia inmundicia e incapacidad de generar una nueva ética de trabajo.

La verdadera “censura” y la auténtica “propaganda” provienen del poder.  López Obrador hoy ocupa el cargo de Presidente de la República y ejerce un enorme liderazgo, pero está muy lejos de conquistar el poder a secas.  Los gobiernos de izquierda están en franca minoría en el mundo y se encuentran bajo un asedio constante tanto de parte de la oligarquía nacional como de los circuitos financieros globales.

La imposición este fin de semana del ultraderechista Mauricio Claver-Carone como el nuevo Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la reelección hace unos meses de Luis Almagro al frente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) demuestran que el actual gobierno mexicano navega a contracorriente en el escenario internacional.

Es también importante tomar en cuenta que los medios de comunicación privados son empresas que responden a los intereses de sus dueños.  Ningún periódico, sitio web o canal de radio o televisión es plenamente “neutral” o “objetivo” sino que todos empujan agendas políticas y visiones particulares de la sociedad y del mundo.

Durante el periodo neoliberal los poderes económicos, mediáticos y políticos estaban perfectamente alineados. El gobierno, las grandes televisoras y las empresas monopólicas hablaban con una sola voz. Hoy el poder está repartido en diferentes sitios y existe un amplio diálogo público, democrático y plural sobre el presente y el futuro de la nación.

En este contexto, si la oposición quiere tener éxito en las elecciones de 2021 tendrán que dejar de echarle la culpa al Presidente por su propio fracaso y mejor dedicarse a construir una visión alternativa para la nación.

John M. Ackerman

Director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

Comentarios

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  • Muy bien expresado mi querido John. Ni una palabra más que agregar. Como buen dice AMLO, citando al gran Carlos Monsivais: «La doctrina de la derecha mexicana es la hipocresía».

  • En las apariciones frente a los fans, inclusive en los discursos preparados para los expresidentes neoliberales tenían sus espacios donde se marcaba la palabra «aplausos», era el momento presiso donde le tocaba actuar a la borregada y acarreados.
    O sea, gran diferencia entre las mañaneras y las otroras relacione$ entre prensa chayotera y sistemas de gobiernos prianistas.

  • Los «periodistas» adolecen de un bajo desarrollo psicológico, mentalmente no llegaron a la edad adulta, a la madurez. Es una evolución por estadios pasar de la heteronomía infantil donde el papá es el todopoderoso y sabe todas las cosas, a la autonomía. No es fácil pasar del egocentrismo a la descentración. Ellos solitos se autocensuran a sí mismos, acostumbrados a repetir el pensamiento políticamente correcto de papá gobierno. Se sienten huérfanos y sin parámetros oficiales. Son reos de consciencia de la «iniciativa» privada, de la pmutocracia.

  • TODOS LOS DIAS NOS DESAYUNAMOS CON LA SORPRESA DE LAS MUGRES DE LOS SISTEMAS ANTERIORES, Y DE VERDAD QUE BUENO QUE AUN CUANDO EL MESIAS PERTENECIO 18 AÑOS A DICHO SISTEMA, HOY TENGA LA VALENTIA DE CRITICAR TODO LO QUE SUCEDIO EN ESAS EPOCAS, DE VERDAD NO HAY PALABRAS NI ACCIONES PARA COMPONER LA MENTALIDAD CORRUPTA DE LOS MEXICANOS, POR LO QUE TAMBIEN EXHORTO A TODOS LOS LECTORES DE SUS ARTICULOS A QUE POR LO MENOS APOYEMOS ESTA ARDUA LABOR QUE PARECE IMPOSIBLE, PERO SI CADA UNO PONEMOS UN GRANO DE ARENA PARA APOYAR AL PRESIDENTE ALGO LOGRAREMOS.

  • El artículo deja clara la misión real de los medios d comunicación en general. Estamos ante un panorama de conquista externa con la ayuda de los nuevos malinche quienes sueñan ser parte de un régimen a modo cuando en verdad su misión es solo utilitarista. La nueva independencia de México está aquí y hay que vivirla actuando.

  • CONCUERDO CON SU ANÁLISIS, MUCHAS GRACIAS POR LA REFLEXIÓN. SACAN DE CONTEXTO LA FRASE. #NUESTROQUERIDOPRESIDENTEAMLO EXPRESÓ CLARAMENTE QUE NO ERA EN CONTRA DE LOS TRABAJADORES, DE LOS PERIODISTAS, DE LOS FOTÓGRAFOS, ETC. ETC., SINO DE «LOS DE ARRIBA» DONDE ESTÁ CARLOS SALINAS DE GORTARI.

  • LOS PERIODISTAS «SERIOS», POR LO QUE OBSERVO, PREFIEREN LA HIPOCRESÍA DE P. NIETO O LA PEDANTERÍA DE FECAL NOSOTROS APRECIAMOS LA SINCERIDAD Y EL JUSTO ENOJO DE NUESTRO PRESIDENTE #QUERIDÍSIMOAMLOYLA4T. NO LE TEMEMOS A LAS PALABRAS: AL LADRÓN SE LE LLAMA LADRÓN, AL ASESINO SE LE LLAMA ASESINO, AL PASQUÍN INMUNDO SE LE LLAMA PASQUÍN INMUNDO. #HASTAQUELAÉTICASEVUELVACOSTUMBREENELPUEBLODEMÉXICO. SOMOS PACIFISTAS, ECOLOGISTAS Y AMLOVES.

  • Imagínense que una persona que publica esta columna en un diario que sobrevive con dinero del gobierno (desde tiempos de Peña Nieto), que tiene dos programas de televisión patrocinados por el gobierno donde se dedica a promocionar a funcionarios del gobierno, y un nuevo puesto en la UNAM donde gestiona millones de pesos para hacer propaganda política, se atreva a atacar a otros medios por estar alineados con el poder(¿?). Yo me pregunto si ya alguien le platicó al Dr. Ackerman que las televisoras y radiodifusoras del país trabajan estrechamente con el presidente AMLO. O no se enteró de todos los contratos asignados a Salinas Pliego? O sigue sin entender que lo echaron de la revista Proceso por, él sí, hacer propaganda política en vez de análisis?

    Al final del día, el presidente está utilizando la investidura presidencial (la que dice importarle mucho) para agredir a un medio de comunicación. Se escuda en su derecho de réplica, pero ese derecho no incluye insultar, o sí? O el Reforma o cualquier otro diario insulta al presidente? Imagínense al corrupto de Peña Nieto llamar mentiroso inmundo al Dr. Ackerman por sus constantes ataques ad hominem. Personalmente daría todo mi apoyo al Dr. Ackerman, pues golpear desde el poder a cualquier crítico no debería pasar en ninguna democracia.

    Pero eso no importa ya, vivimos en un mundo lleno de demagogos defendidos por manipuladores. Así como Trump tiene a Hanitty y a Ingraham y a Tucker, el presidente AMLO tiene a sus defensores como el Dr. Ackerman. Mismos argumentos (derecho de réplica, conspiraciones globales, medios coordinados para atacarlo, etc.) con diferente presidente.

    Pero en fin, si ya un funcionario federal está amenazando a gente con que se callen o se vayan del país, qué podemos esperar a gente que se beneficia directamente ($$$) de las arcas del país? Defenderán al sistema a capa y espada para defender sus propios privilegios y los de sus familiares.

  • Me parecen acertados los argumentos vertidos por el Dr. Ackerman sobre lo que ocurre en el contexto político actual que se vive en nuestro país.

  • GRACIAS. Lo felicito por explicar de manera tan clara y digerible el tema. Ya basta de tanta mentira y tanta mezquindad. Esos «intelectuales» no quieren ni a México ni a su pueblo. Por primera vez en mi vida me siento orgullosa de ser mexicana porque siento a mis 60 años que MEXICO nos pertenece a todos…. tenemos el PRESIDENTE que elegimos y con él la esperanza de ser una nación grande, unida y prospera. GRACIAS POR SU APOYO A MÉXICO

  • Estoy completamente de acuerdo con tu reflexión John. Los medios tradicionales muestran un nivel de decadencia sin precedentes. No tienen ya ningún referente ético. Mienten de la manera más descarada y sistemáticamente. Evidentemente son los dueños de dichos medios quienes se expresan en ellos. La sociedad debería saber quienes en realidad están hablando detrás de esos panfletos.