John Ackerman

Morena es de todos y todas: Ackerman responde a El Fisgón en La Octava

La Octava, 22 de septiembre de 2022

Este jueves en La Octava con Jesús Escobar pude desmontar una a una las lamentables tergiversaciones que Rafael Barajas, caricaturista y director del Instituto Nacional de Formación Política de Morena, había expuesto en el mismo espacio un par de días antes.

Primero aclaré que el esfuerzo de la Convención Nacional Morenista es por una cuestión de principios y de interés colectivo y constructivo, de ninguna manera por algún tema personal.

También cuestioné lo que decía Barajas con respecto a la voluntad de Andrés Manuel López Obrador. Aceptando sin conceder que AMLO sí quisiera que Morena se convierta en un Partido de Estado, sería la responsabilidad de alguien como Barajas a cuestionar esta decisión, recordarle a AMLO sus propias posiciones públicas al respecto y defender los derechos de la militancia en lugar de regañar y descalificar a los disidentes.

Dice Barajas que los de la Convención Morenista queremos ser «Más obradoristas que Obrador», pero Obrador no es el Papa y Morena nos pertenece a todos y todas. Además, el Presidente de la República no asistió al III Congreso Nacional Ordinario, lo cual envió una clara señal de que los morenistas tenemos que resolver entre nosotros cuál será el carácter y el destino del partido.

En esta entrevista también aproveché para responder a algunas dudas sobre el “madruguete” de Mario y Citlalli que extiende por dos años más su dirigencia de manera ilegal e inmoral.

John M. Ackerman

Director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

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  • Pues sí, ya es tiempo de que se reconozca la autoridad de la voluntad general compartida por todos los afectados, la vox populi de la raza, la igualdad sin discriminación, la cual remite a un interés general determina le discursiva mente, según un acuerdo argumentativamente establecido y no de cúpulas, dónde los afectados tienen buenas razones para decidirse por una forma común de acción, dado que son razones igualmente buenas para todos y no solo para unos cuantos ventajosos (itamitas anglosajones cómo Delgado o sionistas como la Citlalli), como tal vez sucederá con el tema de la Guardia Nacional y ojalá con las reformas estatutarias de Morena como partido.
    Un mandato está justificado si todo el mundo lo acepta y porque recurre a principios que posibilitan el consenso, tal y como también lo hicieron nuestros antepasados que nos dieron una patria dónde vivir. También debemos confrontar nuestra praxis política con la palabra de nuestros ancestros; no podemos hacer una tábula rasa con nuestro pasado histórico: ser ciudadanos sin dimensiones ni parámetros culturales. Borrón y cuenta nueva, con una mente global itamita sin pre-juicios culturales.