John Ackerman

La sucesión adelantada

La Jornada, 10 de enero de 2022

Por: John M. Ackerman (@JohnMAckerman)

 

 

El inicio adelantado de la carrera presidencial de 2024 constituye un sano ejercicio democrático. Lo que antes ocurría tras bambalinas, hoy acontece a plena luz del día.

Durante el viejo régimen, el Presidente en funciones exigía una estricta “disciplina” de parte de sus allegados con el fin de mantener la apariencia externa de una “unidad” simulada. Esta unidad era necesaria para garantizar el poder y la influencia del primer mandatario durante la segunda mitad de su mandato, que de otra manera empezaría a resquebrajase frente a los movimientos y las ambiciones de los integrantes de su equipo más cercano.

Andrés Manuel López Obrador ha elegido tomar otra ruta. En lugar de cimentar su liderazgo en los acuerdos palaciegos y las negociaciones secretas de espaldas a la población, busca garantizar su legado histórico por medio del sólido arraigo popular de su proyecto de gobierno. De ahí la importancia tanto del retorno de los mítines masivos, por ejemplo el pasado 1 de diciembre en el Zócalo capitalino (véase: https://bit.ly/3F3XjFe), como del ejercicio de ratificación de mandato que debe tener lugar el próximo 10 de abril.

Antes, el Presidente en funciones lograba la unidad de manera autoritaria y centralista a partir de ejercer de última hora su poderoso “dedazo”.  Hoy López Obrador comprueba una vez más su profunda vocación democrática al permitir, e incluso fomentar activamente, el debate público y transparente sobre las diferentes personalidades y proyectos posibles para el próximo sexenio.

Las acciones de cada uno de los aspirantes presidenciales hablan por sí mismas. Ricardo Monreal se ha evidenciado de manera particularmente clara. Su teatral embate en contra del Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, lo ha pintado de cuerpo entero como alguien profundamente desleal al proyecto político del Presidente de la República. La utilización de la investidura de la Presidencia de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República para defender a un colaborador acusado de homicidio comprueba el compromiso de Monreal con la impunidad y los favoritismos, dos principios que contradicen los valores básicos de la Cuarta Transformación.

Fiel a su estilo, el Senador no descarta la posibilidad de lanzarse como candidato presidencial en 2024 por un partido político distinto a Morena. A partir de una lectura perversa y torcida de la historia, ha comparado su eventual rompimiento con Morena con la formación de la “Corriente Democrática” dentro del PRI durante la década de 1980, que devino en la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988.  Otros aspirantes cuyos amarres externos les permitirían seguir una ruta similar fuera de Morena serían Gerardo Fernández Noroña y Marcelo Ebrard.

Ahora bien, tal como ya hemos señalado en estas mismas páginas, lo más importante no es quién sea el candidato en 2024, sino el contenido del Proyecto de Nación para el próximo sexenio (véase: https://bit.ly/3tceT7Q). Y López Obrador ha sido absolutamente claro con respecto a sus preferencias al respecto: “Nada se logra con medias tintas… El noble oficio de la política exige autenticidad y definiciones. Ser de izquierda es anclarnos en nuestros ideales y principios, no desdibujarnos, no zigzaguear”, señaló el Presidente en el mitin del pasado 1 de diciembre.

Pero para evitar las “medias tintas” y garantizar el carácter de izquierda de la Cuarta Transformación, primero hace falta rescatar al movimiento-partido fundado por López Obrador. El profundo desaseo en la selección de los candidatos y las candidatas para las seis gubernaturas en juego durante 2022, sumado a la constante violación de los estatutos y los principios del partido, así como la exclusión de las bases por la dirigencia actual (véase: https://bit.ly/3q9jKo7), han generado un descontento generalizado entre las bases del partido.

Es por ello que más de 3 mil militantes y simpatizantes provenientes de las 32 entidades federativas del país se han organizado para celebrar la Primera Convención Morenista el próximo sábado, 5 de febrero en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México.  Este encuentro busca reunir al partido frente a la cancelación del Congreso Nacional de 2021 y tiene el fin de “generar un espacio de confluencia plural a favor de la construcción del partido que merece el pueblo de México y requiere la Cuarta Transformación”. La Convención está abierta a la ciudadanía en general, independientemente de que sean militantes en activo o no del partido, y toda la información sobre el registro se encuentra disponible en la página web de la iniciativa: https://morenademocracia.mx/.

Más allá de quien sea el abanderado en 2024, sin un partido-movimiento fuerte, firmemente arraigado en las bases y con una sólida estructura interna, será difícil profundizar y consolidar los logros de la Cuarta Transformación durante el próximo sexenio. Participemos todos y todas en defender los principios originarios del movimiento de no mentir, no robar y no traicionar.

www.johnackerman.mx

John M. Ackerman

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

Comentarios

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  • Alguien que le avise al Doctor en Derecho John Ackerman que la Constitución es clara cuando dice que es «REVOCACIÓN» de mandato, no «ratificación», como quieren pintarlo los propagandistas alineados al gobierno? Se desvivieron para exigir darle al pueblo el supuesto derecho de remover a sus gobernantes, pero ahora resulta que es un tema de ratificación? El presidente que se desviven por defender como el más popular del mundo, necesita una ratificación? No, para nada. Es solo un capricho presidencial que nos va a costar miles de millones de pesos, pero esa es la austeridad de este gobierno.

    Y para peor, al Doctor Ackerman se le olvida que Morena es un desaseo completo porque el presidente del partido antes de ser presidente del país, era AMLO. Y así como gobierna el país concentrando poder, así presidió a su partido, y cuando salió, lo dejó a la deriva en una lucha encarnizada por el poder, lo que literalmente está haciendo con el país al adelantar la sucesión.

    Pero en fin, ya sabemos de sobra la incapacidad del Doctor Ackerman para poder criticar al presidente. Lo nuevo es que ahora también se convierte en perro de pelea para defender a Sheinbaum. En su columna ataca sin descaro a Monreal, a Noroña y a Ebrard y los pinta como traidores al partido. Pero y Sheinbaum? La misma que utiliza la «tarjeta de Claudia» para hacerse promoción en la ciudad (algo ilegal)? La misma que sigue inflando su gasto en propaganda personal (lo que criticaban al PRIAN)? La misma que se mete en cualquier tema de índole nacional pero no puede hablar de la tragedia del metro porque el presidente le puso bozal? La misma que prometió se sometería a revocación de mandato, pero mejor no se atreve porque está aterrada que va a perder?

    En fin, ya qué podemos esperar del Doctor Ackerman que menciona que Monreal defiende a los corruptos, pero ni se le ocurre mencionar que el presidente AMLO está protegiendo a una ladrona confirmada como Delfina, que luego de robarle el salario a trabajadores por años, ahora es secretaria de educación.

    Qué triste ver que los otroras analistas políticos no son más que fieles defensores de rateros y corruptos.