John Ackerman

Un nuevo INE

Revista Proceso, 16 de febrero, 2020

Por: John M. Ackerman (@JohnMAckerman)

 

 

La próxima llegada de cuatro nuevos consejeros electorales al Instituto Nacional Electoral (INE) constituye una oportunidad de oro para equilibrar la integración del máximo órgano de decisión de esta importante institución del Estado mexicano. Desde la creación en 1990 de su predecesor, el Instituto Federal Electoral (IFE), este instituto ha contado con muy pocos consejeros con un compromiso irrestricto con la defensa de la justicia social y una verdadera democratización de la vida política del país.

Entre 1994 y 1996, Miguel Ángel Granados Chapa, José Agustín Ortíz Pinchetti y Ricardo Pozas Horcasitas fueron quienes pusieron de pie al nuevo instituto electoral al defender con fuerza su autonomía aún en condiciones muy adversas. Entre 1996 y 2003, los consejeros Jaime Cárdenas y Jesús Cantú libraron una batalla heroica en contra del sistema autoritario de aquella época, tal y como exponemos a detalle en el libro Organismos autónomos y democracia: el caso de México (IIJ-UNAM/Siglo XXI, 2007). Y más recientemente el consejero Roberto Ruiz Saldaña ha demostrado gran valentía al defender la institucionalidad democrática en contra de las triquiñuelas de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.

Todos los otros consejeros nombrados a lo largo de las últimas tres décadas han jugado un papel cómplice, de mayor o menor medida, con el viejo sistema de corrupción estructural. Existen casos particularmente escandalosos como Luis Carlos Ugalde, quien fue directamente responsable por el fraude electoral de 2006, o Marco Antonio Baños, quien siempre se ha considerado a sí mismo como un fiel soldado del PRI. También ha habido muchos consejeros cuya obsesión con la supuesta “neutralidad”, malentendida como “llevarse bien” con absolutamente todos incluyendo los fraudulentos, les sujetó a los chantajes del viejo régimen. Ello fue el caso, por ejemplo, de José Woldenberg, Leonardo Valdés, Alfredo Figueroa y Pamela San Martín, entre otros.

Luis Carlos Ugalde y Felipe Calderón. Foto: Especial

Hay también casos de consejeros que se presentan en sociedad como paladines de la transformación democrática pero que en realidad operan sistemáticamente a favor de sus intereses personales y políticos dentro de la institución electoral. Córdova y Murayama son los ejemplos más claros de este fenómeno. Estos dos militantes del dispendio y el derroche son los equivalentes a Aurelio Nuño y Emilio Lozoya dentro del gobierno de Enrique Peña Nieto. De hecho, fue precisamente Nuño quien operó desde la Oficina de la Presidencia de la República el nombramiento de Córdova como Consejero Presidente del INE en 2014.

Es importante recordar y repetir una y otra vez que la victoria ciudadana de 2018 no la debemos a los consejeros electorales actuales sino a la enorme dignidad del pueblo mexicano que logró derrotar al viejo régimen a pesar de la implementación de las muy conocidas estrategias de fraude electoral. En lugar de defender la democracia, los consejeros evidenciaron la misma indolencia y complicidad de siempre con las viejas prácticas del PRIANRD.

Y la persecución de parte del INE a Morena por el fideicomiso “Por los demás”, junto con la más absoluta impunidad para la “Operación Berlin”, constituye solamente un botón de muestra de la falta de autonomía e imparcialidad de la mayoría de los actuales consejeros electorales. Para una revisión integral de las irregularidades cometidas en la más reciente elección presidencial se puede consultar el informe universitario sobre Los Claroscuros de las elecciones de 2018.

Ahora bien, si queremos cambiar al modus operandi del INE habría que asegurar que los cuatro nuevos consejeros electorales, que serán electos en las próximas semanas por la Cámara de Diputados, tengan un perfil totalmente diferente a los anteriores.

En primer lugar, los nuevos consejeros deben tener experiencia directa en las luchas ciudadanas en contra del viejo régimen. Los candidatos deben poder demostrar con hechos concretos su compromiso irrestricto con los principios democráticos y su valentía frente al sistema autoritario y los poderes fácticos, preferentemente desde las organizaciones populares o comunidades en lucha.

Segundo, se debe seleccionar personas que no tienen relación alguna con los consejeros actuales. Solo evitando este tipo de conflictos de interés, el nuevo grupo de consejeros tendrán la independencia y la autonomía necesarias para poder transformar al INE desde dentro. De lo contrario, se repetirá el viejo modelo de negociaciones en los oscurito para acomodos y prebendas institucionales.

Tercero, es importante, desde luego, que los integrantes del máximo órgano de dirección del INE tengan una formación técnica y profesional básica. La Fracción 1. d) de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) establece que los consejeros deben contar con el título de licenciatura y “contar con los conocimientos y experiencia que les permitan el desempeño de sus funciones”. Sin embargo, más allá de este requisito básico e importante, los diputados no deberían dejarse deslumbrar por aquellos candidatos que tengan muchos posgrados o hayan memorizado cada letra de la LGIPE.

La abultada estructura del INE está llena de expertos y expertas en la legislación electoral y al llegar a sus cargos los nuevos consejeros contarán con un amplio presupuesto para contratar a todos los asesores necesarios para resolver asuntos técnicos.

Lo más importante no es la formación académica de los nuevos consejeros, sino su compromiso irrestricto con luchar sin tregua desde sus nuevas posiciones para arrancar de raíz el sistema de corrupción estructural y establecer por fin una verdadera democracia en nuestro país.

En este sentido, sería recomendable que los diputados dejen a un lado las instrucciones que un grupo de académicos y empresarios cercanos a los consejeros actuales pretenden girar a la Junta de Coordinación Política. El documento “Diez buenas prácticas para asegurar un proceso de designación de Consejeros Electorales transparente y equitativo”, firmado por Ricardo Becerra, María Amparo Casar y Gustavo de Hoyos, entre otros, no tiene otro propósito que intentar presionar a los diputados para que nombren nuevos consejeros que sigan en la misma línea que los anteriores.

Es hora de que el INE recupere su vocación original de servicio a la sociedad civil y a la plena participación democrática.

John M. Ackerman

Director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Escritor y activista. Doctor en Sociología Política y Doctor en Derecho Constitucional.

Comentarios

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  • Muy interesante e informativo su artículo.. Muchas gracias. Ojalá todo salga a favor de la izquierda a pesar de los obstaculos. Es necesario.

  • Me parece que el tiempo que duran en esos puestos es demasiado largo y se presta a muy malas sospechas en cuanto a su imparcialidad se refiere. Es hora de que el poder legislativo haga las adecuaciones necesarias para corregir ese error

  • Excelente artículo mi querido John. Como bien apuntas, el INE y su predecesor el IFE, con las excepciones que señalas, únicamente servía para darle legitimidad a los fraudes electorales del prian. Y por lo que respecta a Ricardo Becerra, María Amparo Casar y Gustavo de Hoyos, ellos carecen de credibilidad pues es de todos conocido que son voceros de la ultraderecha Coparmex que está herida de muerte porque el gobierno de AMLO puso un alto total a la corrupción y a la impunidad y ellos estaban acostumbrados a lucrar al amparo y protección de sus cómplices los gobiernos prianistas neoliberales.

  • Yo mas bien soy de la idea de quitar esa institución Corrupta y cear otro organismo nuevo con gente nueva totalmente comprometida con la sociedad; que nada tenga que ver con el actual sistema Corrupto !!!.

  • Excelente artículo, además de documentado y versado en el tema. El INE, uno de los últimos bastiones del viejo régimen debe ser limpiado, o será la puerta para que antes de que los mexicanos podamos disfrutar de la democracia, personajes siniestros y oscuros como Calderón y Cia, pueden regresar a destruir el sueño de los(las) Mexicanos (as).

  • Wow. Ya hasta da un poco de miedo este tipo de «columnas» de opinion. Es lo que uno esperaria leer a Ricardo Aleman hablando de EPN, pero el Dr. Ackerman hasta hace unos meses era medianamente objetivo, cosa que ha desaparecido por completo. Ahora resulta que Woldenberg era un timorato? Que nivel de golpeteo. El IFE de los noventa no se entiende sin la presidencia de Woldenberg. Asi de sencillo. Y el Dr. Ackerman dice que deberian de elegir a alguien que tenga experiencia en las luchas sociales? Se le olvida (o lo omite para poder pegar a gusto) que Woldenberg salio de la facu de Ciencias Politicas de la UNAM, se le olvida que milito toda su juventud en partidos de izquierda, y fue perseguido y hasta encarcelado por sus ideales. Que verguenza del Dr. Ackerman negarle estas credenciales a Woldenberg, que, por mucho, ha hecho mas por este pais de lo que el Dr. Ackerman jamas lograria. Y bueno, la intencion es clara, quitar a Woldenberg del pedestal donde merece estar, y por que? Simple y sencillamente porque Cordova y Murayama son cercanos a Woldenberg. Dudar de su independencia y compromiso con la democracia seria poner en entredicho al mismo Woldenberg, que jugo papel fundamental para sacar al PRI en el 2000. Al final del dia, esta «columna» no es mas que una apologia temprana de los ineptos que van a proponer para el INE. Ya es costumbre que tanto el presidente como los legisladores de Morena y los secretarios nombre a completos ignorantes e ineptos a cualquier puesto publico. Y un par de muestras, un agronomo llevando a Pemex, Angel Carrizales, un chofer del presidente, que intentaron acomodar en 4 puestos hasta que lo lograron en la Agenica de Seguridad de Energia sin la menor preparacion, y asi un larguisimo etcetera. Ya se ve venir a otra serie de propuestos con cero experiencia en temas electorales, de administracion publica, pero comprometidos con ser porristas permanentes del presidente y del partido Morena. Y la cereza del pastel, Roberto Ruiz, ahora es el heroe de los porristas del presidente, pero el Dr. Ackerman omite que en 2015 su misma esposa lo califico de racista, clasista y defraudador. Pues quien los entiende? Si no los apoyan son una basura, si los apoyan son los heroes que el pais necesita? Y bueno, ya para cerrar, seguimos sin poder entender como es que el INE permitio el fraude del 2006, pero seguimos omitiendo que German Martinez y Elba Esther Gordillo pusieron a los consejeros del INE que permitieron eso, y que paso con esos dos? Ah, ahora son cercanos al presidente, ellos no tienen por que ofrecer disculpas. Que verguenza esta «columna».

  • Córdoba y Murallama se deben de ir por la sencilla razón de que avalaron fraudes tan escandalosos como el de Edo. De México y Puebla. (El primero). Y por las prácticas ya conocidas que permitieron en la elección presidencial por parte del PRI y las que está permitiendo en la creación de nuevos partidos. Caso concreto México Libre.

  • Curioso que no menciones como conflicto de interés aquellos que estén directamente vinculados con MORENA. De repente te nombra la servil de Piedra para el Comité Técnico. ¿Ahí no hay conflicto de interés? Cuando eres un porrista descarado del nuevo régimen y además esposo de una Funcionaria Pública.

    Tu lucha está claramente en implantar las prácticas dictatoriales del viejo PRI y de los socialistas que tanto admiras

  • Que nivel de inmoralidad,dices: «no sigan las recomendaciones de los académicos y empresarios por ser de derecha…
    …pero sigan las mías de que tienen que ser luchadores sociales contra los regímenes anteriores…
    Deberías de inhibirte si tienes moral, o sino recusarlo por haber emitido opinión de cómo el jurado tiene que elegir a los que él le gustan. Por parcializado.
    Las características que recomiendas no son las válidas para un consejero de él INE.
    Se honesto y declina.

  • Y dónde dejas al ex consejero más «activo» ahora al servicio de Gus de hoyos y que precisamente aparece en la foto de referencia Arturo Sánchez? Fué olvido?

  • «Segundo, se debe seleccionar personas que no tienen relación alguna con los consejeros actuales. Solo evitando este tipo de conflictos de interés, el nuevo grupo de consejeros tendrán la independencia y la autonomía necesarias para poder transformar al INE desde dentro. De lo contrario, se repetirá el viejo modelo de negociaciones en los oscurito para acomodos y prebendas institucionales… »

    Que lindas tus palabras en lo teórico, supongo que tu relación conyugal con la señora Erendira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública no representa conflictos de interés para designarte candidato a asesor del INE por Morena, ni la evidente relación de uds. dos con el Trivago Lopitos jr. De la que recientemente circulan videos en las redes en donde aparecen festejando alegremente en «gran reventón», al más puro estilo chavorruco. Si parte de la sociedad decide continuar creyendo en uds., está bien, libre albedrío, no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero la gran mayoría somos ciudadanos pensantes que no aceptamos ser engañados.

  • YA ERA HORA DE LIMPIAR ESTÁ SAGRADA INSTITUCIÓN, NUNCA MÁS PRÁCTICAS CÍNICAS, DESCARADAS Y FRAUDULENTAS, RESPETO A LA DETERMINACIÓN SAGRADA DEL VOTANTES.