Anoche en el programa de Carlos Marín debatimos sobre los logros y los retos del gobierno de López Obrador así como sobre el futuro de la Cuarta Transformación.
También pude compartir con la audiencia los grandes logros de la Convención Nacional Morenista a un año de su fundación, un proyecto que ha reunido la militancia de base a lo largo y ancho de la República a favor de la democratización de Morena.
Para nosotros lo más importante es el encargo, no el cargo, el proyecto de transformación más que el candidato.
Por eso expliqué en qué consiste nuestro ambicioso “Proyecto de Nación 2024-2030: por la radicalización de la Cuarta Transformación desde las bases”, que presentamos el pasado 3 de diciembre. Éste propone la celebración de un nuevo Congreso Constituyente, así como una reforma fiscal y a los medios de comunicación, y una vía para la verdadera desmilitarización de la seguridad pública, entre otras cuestiones que consideramos vitales para arrancar de raíz al neoliberalismo en México.
Frente a los cuestionamientos de Carlos, aproveché para dejar en claro que nuestro movimiento no es una “tribu” ni una “corriente” al estilo perredista. Nuestro objetivo consiste en democratizar Morena, no en traicionar sus principios como han hecho Mario Delgado y Ricardo Monreal, entre otros oportunistas.
Vean aquí la entrevista y déjenme saber sus reflexiones, críticas y propuestas.
Pues sí, ya llegó el tiempo de reconocer y de escuchar la voluntad general de la raza y no la de unos cuantos nada más; todo al unísono de los tiempos modernos. Ya es tiempo de multilateralismo y no de unilateralismo: ya no es posible que una minoría de países del Occidente colectivo determinen con reglas unilaterales e ilegales los parámetros de todo el planeta, dónde promocionan sus posiciones eurocéntricas (dominio global por una minoría occidental con falasias eurocéntricas a costa de los demás). Hay que aceptar la nueva realidad multipolar dónde haya un acuerdo de seguridad universal igualitario y mutuamente respetuoso, con equilibrio de intereses, y sin la ampliación de la OTAN Allende a nuestras fronteras. Todo aquel que participe en una argumentación puede llegar en lo fundamental a los mismos juicios sobre la aceptabilidad de nuestras normas de acción al no haber discriminación (racial).