Por: John M. Ackerman (@JohnMAckerman)
¡Cuidado! ¡Ahí viene la Lady Bomba!
En las celebraciones de las fiestas patrias, una joven piloto de la línea Interjet expresó su deseo de que una bomba cayera sobre la multitud reunida en el Zócalo.
¿Odio de clase? ¿Inspiración trumpista? ¿O solo una broma de mal gusto?
El pasado 15 de septiembre, justo en el momento de mayor unidad y reconciliación nacional, precisamente cuando el presidente López Obrador daba el grito de la independencia a favor de los próceres de la patria y también de los héroes anónimos, la piloto Ximena García sintió tanto coraje y desesperación que lanzó un tuit como si fuera una bomba al ciberespacio.
La piloto, después, ofrecería disculpas.
A ver, señorita García, sabemos que usted no es una terrorista de esas ‘talibanes’ que quieren acabar con la civilización occidental, pero su problema tampoco es solamente su inmadurez, sino su profundo odio de clase e inspiración trumpista lo cual, le informo, quizás sea aún peor que el fundamentalismo religioso, ¿eh?
Un mar de caras morenas reunidas en la plaza central de la patria, más de 100.000 almas llenas de esperanza y felicidad emocionadas por la recuperación de la soberanía nacional solo puede generar coraje e indignación en alguien que vive en un mundo aparte, en una burbuja atrás de rejas de seguridad, perdida entre las series gringas de Netflix y con miedo del pueblo mexicano, al cual seguramente considera «una bola de nacos».
La distancia entre usted, señorita García, y Patrick Crusius, el asesino del Walmart de El Paso [Texas, EE.UU.] con su manifiesto racista contra los mexicanos, es mucho más corta de lo que imagina.
Sabemos que usted no se atrevería a lanzar una bomba desde el cielo, pero también nos queda claro que su ideología, su visión del mundo es, precisamente, lo que mantiene vigente un sistema de exclusión y de privilegios que se ha convertido en una máquina de muerte, mucho peor que cualquier bomba, para los millones de pobres y desamparados de México.
López Obrador está tocando fibras muy profundas en la sociedad mexicana. El simbolismo y la realidad de tener un presidente que quiere una verdadera unidad nacional, con la inclusión de absolutamente todos y todas, asusta a las personas acostumbradas a una sociedad dividida y elitista.
Recordemos cómo la modelo Celia Lora también deseó la muerte de López Obrador y, el año pasado, el periodista Ricardo Alemán promovió abiertamente el asesinato del entonces candidato presidencial. Así que no, señor Felipe Calderón, esto no fue solamente «una mala broma» y una disculpa no es suficiente. Lo que hace falta es un total cambio de actitud de las clases acomodadas del país. En lugar de defender sus privilegios, deberían participar en la transformación de la nación.
Dedicate a mejor a seguir redactando tus pésimos artículos en lugar de generar polémica y disque hacer «periodismo de fondo» sobre asuntos estúpidos y sin verdadera trascendencia. Solo en tu mente chiquita crees que hay terroristas en potencia contra tu Sen-Sei.
¿Pensar mal? ¿Pero escribirlo, declararlo y difundirlo??????????? ¡Pobre mujer ya se fundió! Lo mismo que salmerón con sus criminales valientes del cuartel de salmerón…
Eres o te haces animal el comentario es contra el protector de entes como tu que surgieron de las cloacas,un pensamiento de más de treinta millones de Mexicanos que no votamos por qué gente como tú manipulen a los chairos que orgullosamente capitanean.
Sin entrar en polémicas estériles contra los imbéciles que abajo ‘opinaron’, el asunto es más puntual: ha habido 2 ó 3 sonados casos de pilotos comerciales que han estrellado los aviones a su cargo deliberadamente; estos desquiciados pilotos han causado la muerte a más de 500 personas.
La OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), así como la FAA (Administración Federal de Aviación) de los EUA han recomendado profundizar en la aplicación de ‘tests’ psicológicos a los pilotos comerciales, con la finalidad de prevenir lo más posible que personal con algún desequilibrio mental-emocional tengan a su mando una aeronave.
El caso de esta mujer, entra de manera clara e inequívoca en este supuesto. Las autoridades de aviación civil norteamericanas ya tomaron cartas en el asunto. Falta que las nuestras hagan lo mismo. Esta mujer debe ser y despedida y su licencia cancelada.